HISTORIA DE UNA PÉRDIDA Y UN ENCUENTRO
Las cosas no debieron suceder como lo hicieron. Prometimos pasar la vida juntos. Pero no cumpliste tu parte de la promesa y me dejaste a medio camino. Después del duelo, de la derrota de perderte demasiado pronto, de las lágrimas y la pena; de la desesperación. No había nada. Solo vacío. El corazón que antes había estado rebosante de amor ahora desbordaba hastío e indiferencia. Cerrado a cualquier sentimiento afectuoso, tierno o apasionado.